Si desea saber cómo las cajas de actuador se diseñan de conformidad con el rendimiento de un actuador, y qué funciones se le añaden para garantizar el alto nivel de protección contra la penetración y la alta calidad que caracterizan al actuador industrial LINAK®, Hunter Stephenson se lo explica todo en este vídeo.
¿Cuáles son las principales diferencias entre las cajas de plástico y aluminio?
Los alojamientos de actuador suelen estar hechos de plástico o aluminio. Los actuadores con carcasa de plástico son adecuados para una amplia gama de aplicaciones, especialmente en entornos interiores. Las cajas de aluminio ayudan a proteger un actuador en entornos difíciles , como los expuestos a fluctuaciones de temperatura, productos químicos y los efectos de altas fuerzas y vibraciones.
Un actuador con carcasa de plástico es especialmente adecuado para una amplia gama de maquinaria. Debe tenerse en cuenta que, en caso de fluctuaciones frecuentes de temperatura, puede producirse una relajación plástica y la protección contra la penetración en el actuador puede disminuir con el tiempo. Si se utiliza en entornos difíciles, se recomienda un actuador industrial con una caja de aluminio.
Un actuador con caja de aluminio ofrece una alta clasificación IP y su forma no se ve afectada por fluctuaciones prolongadas de temperatura o productos químicos, lo que lo hace ideal para su uso en entornos adversos.
El uso de una caja de aluminio tiene muchas ventajas, y si el actuador está diseñado para funcionar en condiciones de uso difíciles, siempre deberá tenerse en cuenta el diseño de la caja.
¿Cómo garantiza el diseño de la caja del actuador el rendimiento del actuador?
El diseño de las cajas de actuadores es altamente influyente cuando se trata de garantizar la durabilidad y resistencia de los actuadores. La fijación trasera puede soldarse a la propia caja o fijarse como fijación trasera de acero inoxidable independiente.
En cualquiera de estos casos, las fuerzas de tiro/empuje que se crean al moverse una carga se desplazarán de manera diferente a través del actuador y su caja. Los actuadores que gestionan cargas más altas suelen estar diseñados con un elemento posterior separado que garantiza que el alojamiento no quede directamente expuesto a la fuerza. Las cargas más altas, en combinación con las vibraciones, pueden dañar el alojamiento y reducir el grado de protección contra la penetración en el actuador.
¿Cómo influyen los factores ambientales en el diseño de la caja?
Los actuadores diseñados para funcionar en entornos difíciles, como aquellos expuestos a temperaturas altas o bajas, productos químicos corrosivos o vibraciones, deberán diseñarse en función de dichas condiciones.
Los actuadores industriales incluyen varias características que ayudan a garantizar su durabilidad y la máxima clasificación de protección posible contra la penetración (IP69K): cajas de aluminio, placas de circuito impreso recubiertas para proteger los componentes electrónicos, tubos interiores pulidos para reducir la entrada de humedad, sellos de corcho especialmente seleccionados para entornos adversos y entornos explosivos de polvo (ATEX e IECEx).
La superficie de las cajas de aluminio de los actuadores industriales LINAK® es resistente a la corrosión, mientras que los cables pueden intercambiarse fácilmente sin comprometer la clasificación IP del actuador. En determinados casos, en los que un actuador haya entrado en contacto con materiales o vapores extremadamente corrosivos, como fertilizantes y amoniaco, se recomienda escoger una caja anodizada, ya que se suministra con un recubrimiento especial.
Los actuadores lineales eléctricos industriales con cajas de aluminio suelen estar expuestos a líquidos y objetos sólidos. Por este motivo, todos han sido probados para cumplir con las clasificaciones IP66 e IP69K, lo que hace que sean altamente versátiles en diversas aplicaciones.
Los actuadores con clasificación IP66 ofrecen una protección integral contra la entrada de polvo y los potentes chorros de agua procedentes de cualquier dirección, lo que los hace adecuados para su uso en entornos exteriores bajo condiciones meteorológicas cambiantes.
En caso de que la aplicación requiera lavados mediante chorros de agua a alta presión y alta temperatura, se recomienda el uso de la clase de protección IP69K. Este es un requisito común en, por ejemplo, maquinaria agrícola, donde el actuador no necesariamente está blindado o protegido, pero debe ser capaz de soportar la exposición a la suciedad, el fertilizante y el lavado frecuente a alta presión.
